Debo confesar que cada vez tengo más ganas de “patear” Brasil y sus veintiséis estados, que se dice pronto. El tipo de plan al que ya me he resignado me dice que en una sola vida dificilmente me llegaría para conocer y reconocer imensidad de gentes y culturas. Un sinfín de vivências, esa bonita palabra en portugués que exprime experiencias vividas, por lo tanto, vivências.
Pero ¿puede que una experiencia no sea vivida, es decir, no sea vivenciada? Creo que sí. Cuando viajo a un pueblo español de tan solo cincuenta habitantes, paseo por sus calles, disfruto y converso con sus vecinos, pruebo su comida, y me parece una experiencia única, rica, principalmente para mí que vengo de una ciudad contraste como Río, de más de siete millones de habitantes. Conocer la riqueza cultural de lugares en los que no viviste es un experimento, una experiencia. Totalmente distinto de cuando vuelve a su pueblo, ese mismo pueblo español de cincuenta habitantes, una antigua vecina o vecino que se fue a estudiar, trabajar (o simplemente porque sí), y retorna para las fiestas, para los cumpleaños, es decir, para algo puntual tras meses o años de distancia. Ese volver, esa visita, están cargados de vivências (unas positivas y otras no tanto) pretéritas, presentes y futuras. Con lo cual podría decir que toda vivência está cargadita de experiencias, pero las experiencias ni siempre continen vivências. Cada una con sus cositas.
Se nota, casi psicoanalíticamente, que cuando leemos literatura se nos activan algunas vivências, aunque sean de otros. Y las hacemos nuestras, creando así otro tipo de emoción e incluso de texto. El autor es, además de artista, guionista de la sinestesia entre sus propias experiencias y las del lector. En el caso de Brasil, un país de tantos estados federativos como de estados del arte, me resulta placenteramente agotador. Y a eso vamos.
Si tuvieras un billete de avión gratuito que te permitiera conocer Brasil entero, a tu tiempo, a tu ritmo, ¿por qué conocer solamente unas pocas regiones, tener unas pocas experiencias, lanzarte tan solo a dos o tres vivências? Volvemos a eso de que no todo se resume a São Paulo y Río de Janeiro. Aunque no pasa nada por seguir leyendo literatura de esos lugares. Bueno, sí que pasa. Pasan cosas sensacionales, la verdad. En tiempos de “todo son malas noticias” me doy cuenta de que, en cada mirada en redes sociales, las cosas sensacionales están por todas partes. Escondiditas, acurrucadas, para que no se las lastime. Toca ir a buscarlas de norte a sur del globo.
He elaborado una pequeña lista de escritores brasileños (imposible indicar todos), de cada región y estado. Pasando por el norte, escritores que redactan sus libros teniendo la floresta amazónica como plano de fondo; hasta el extremo sur del país, donde el termómetro puede caer a bajo cero y nevar.
Algunos autores indicados aquí podrás encontrarlos en Ambulantes traducidos al español, claro. Otros no, pero en la era de internet no te costará nada adquirir sus libros. El crítico literario Antonio Maura hace un análisis magistral y en detalle en el libro Cartografía Literaria de Brasil.
Ahora solo te toca darles la mano y recorrer mundo.
Norte
Acre: Márcio Souza; Laura Almeida.
Amapá: Manoel Bispo Corrêa; Alcinéa Cavalcante; Maria Ester Pena Carvalho.
Amazonas: Milton Hatoum; Marta Cortezão.
Pará: Olga Savary; Amarílis Tupiassu; Daniel Munduruku.
Tocantins: José Concesso; Kátia Maia Flores.
Roraima: Marcela Marques Monteiro; Laucides Oliveira.
Rondônia: Yêdda Borzakov; Otávio Afonso.
Nordeste
Paraíba: Ariano Suassuna.
Bahia: Castro Alves; Jorge Amado; Carla Guimarães.
Rio Grande do Norte: Auta de Souza; Madalena Antunes.
Sergipe: Vladimir Souza Carvalho.
Piauí: Élio Ferreira.
Ceará: Rachel de Queiroz; Jarid Arraes.
Pernambuco: Clarice Lispector; Nelson Rodrigues; Jennyfer Nascimento; Solano Trindade.
Alagoas: Graciliano Ramos; Cléa Marsiglia.
Maranhão: Maria Firmina dos Reis; Aluísio Azevedo.
Sudeste
São Paulo: Mário de Andrade; Eric Nepomuceno; Lygia Fagundes Telles; Mel Duarte; Amara Moira; Santiago Nazarian.
Rio de Janeiro: João do Rio; Machado de Assis; Gilka Machado; Nélida Piñon; Anália Franco; Lima Barreto; Débora Almeida; Ana Alkimim; Otávio Júnior.
Minas Gerais: Carolina de Jesus; Conceição Evaristo; Carlos Drummond de Andrade; Cidinha da Silva.
Espírito Santo: Rubem Braga; Karla Pagotto.
Centro-Oeste
Goiás: Cora Coralina.
Distrito Federal: Lisa Alves.
Mato Grosso: Manoel de Barros.
Mato Grosso do Sul: Miguel Jorge.
Sul
Paraná: Paulo Leminski; Nenê Macaggi.
Rio Grande do Sul: Érico Veríssimo; Lilian Rocha.
Santa Catarina: Cruz e Souza; Cristóvão Tezza.